Basado en hechos reales: Pasar página

viernes, octubre 14, 2016

A veces necesitamos pasar página. De algunas cosas. De bastantes. De todas. De todo. Eso es, a veces necesitamos pasar página de todo. 

Nos empeñamos en malgastar el poco tiempo que tenemos, en releer esa página una y otra vez. Nos estancamos en esas palabras, aprendiéndonoslas de memoria y cruzando los dedos para que cuando lleguemos al final de esa página, el final haya cambiado. Sin darnos cuenta que, quizás, la siguiente página sea mucho más interesante o que quizás, por fin, esté escrita para nosotros. 


Doblamos la esquinita de una página para poder volver siempre a ella con los ojos cerrados. Dejamos de leernos el libro porque preferimos releernos ese trozo, del principio al fin. Pensando que algo cambiará. O simplemente porque es más fácil releer una página si sabes cómo va a acabar. Si sabes lo que va a pasar a lo largo de cada párrafo. Como hacen los niños pequeños, que ansían que sus padres le lean el mismo cuento, una y otra vez, porque ya se saben el final. Porque nos da miedo lo nuevo, lo diferente, lo que está por venir. Nos da miedo leer la siguiente parte del libro por si no nos gusta cómo acaba. O lo que es peor, por si nos acaba enganchando. 

Nos quedamos estancados en páginas porque alguien escribió una nota en su esquinita y nos hizo creer que esa página era importante. A veces somos nosotros los que nos quedamos esperando a que vuelvan a leer nuestra página. Porque sí, porque la marcaron. Porque escribieron algo en la esquinita y nos pensamos que era especial. Pero a veces somos nosotros los que dejamos una página marcada y la releemos una y otra vez, del principio al fin y recitamos de memoria cada una de las palabras. Como si eso fuera a valer de algo.

A veces necesitamos pasar página. De algunas cosas. De bastantes. De todas. De todo. Eso es, a veces necesitamos pasar página de todo.

Y es que tenemos miedo a todo. Tenemos miedo a ser valientes, tenemos miedo a que nos conozcan tal y como somos, tenemos miedo a decir lo que pensamos, tenemos miedo a equivocarnos, tenemos miedo a entregarnos, tenemos miedo a darnos de bruces contra la puerta (o la realidad), tenemos miedo a sentir, tenemos miedo a que nos hagan daño. Y ese miedo nos hace estancarnos en momentos, situaciones o personas. Nos hace querer quedarnos, porque pensamos que quizás merecerá la pena.

Pasa página. Pasa página de quien no de por ti el cien por cien, pasa página de las amistades que no respetan los valores, pasa página de quien nunca está cuando tú estás siempre, pasa página de quien te produzca más tristezas que alegrías, pasa página de la gente que juegue contigo, pasa página de quien no respeta tu forma de ver la vida, pasa página de quien te utilice cuando le venga en gana, pasa página de quien no le importa cómo te sientas al final del día, pasa página de cualquier persona que te roba tu sonrisa, pasa página de un trabajo que te amarga, pasa página de relaciones estancadas que se agarran al primer salvavidas, pasa página de todo aquello que no te permita avanzar.

A veces necesitamos pasar página. De algunas cosas. De bastantes. De todas. De todo. Eso es, a veces necesitamos pasar página de todo.

Elige: o pasas página o cambias de libro

Te juro que no cuesta. Que pasar página es más fácil de lo que crees. Solo es el principio, solo es ese momento en el que tienes que sacar de tu vida todo en lo que te has estancado. Solo dolerá al principio. Y dolerá un día, dos o un mes. Pero de repente, te das cuenta que no era para tanto. Que no te vas a morir por haberlo dado todo y no haber recibido nada. Te das cuenta que la amistad va de entregarse. De tirarse a la piscina y jugársela. Que la vida va de otra cosa, y que leyéndote una sola página, nunca sabrás de qué iba el libro. 


A veces hay que pasar página, aunque la página sea muy interesante.

Pues eso, tengo que pasar página.  De algunas cosas. De bastantes. De todas. De todo. 

Pero sobre todo, de ti.

#PasarPágina

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3 comentarios

  1. me gusta mucho la entrada, muy buena reflexión jejeje yo creo que es pasar pagina y cambiar de libro tienen mas semejanzas que diferencias, lo que te mueve es el cambio. desde mi punto de vista lo más radical sería cambiar de libro y es eso lo que muchas veces necesitamos para no volver a la pagina anterior de un libro casi terminado.
    pd: te espero por mi blog acabo de subir una nueva entrada.
    si te gusta estaría encantada de que me siguieses en blogger. miles de gracias jjjj

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  2. me gustó mucho tu post, muy interesante

    lu | coco & louis

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  3. Pues pasar página de todo está muy bien de vez en cuándo.
    Un beso¡

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