Basado en hechos reales: Soy gilipollas

viernes, mayo 13, 2016

Llevamos un rato en silencio, cuando estoy con ella los silencios no son incomodos, incluso a veces llegan a gustarme. El único silencio está en la habitación porque en mi cabeza, hay una batalla campal o cien millones de pensamientos que me hacen pensar más de la cuenta. No quiero pensar, me apetece cerrar los ojos y que la tranquilidad me haga sonreír. Ella acaba rompiendo el silencio.


- Tienes un problema

Le miro entre incrédula y asustada. Nunca sabes por dónde te va a salir. Respiro e intento hacer como si fuera la afirmación más normal del mundo.

- ¿Cuál?

Le respondo esperando a que la conversación derive en el partido de anoche o en el frío que ha vuelto a meterse en Madrid.

- Tienes un problema

Repite sin titubear. Ni siquiera ha levantado la cabeza de la revista para pronunciar esas tres palabras. Pero de repente, levanta la cabeza y clava sus ojos en mí.

- ERES G-I-L-I-P-O-L-L-A-S

- Así ¿sin más?

- Lo que te he dicho lo sabes, sabes que lo eres. Pero quizás puedas dejar de serlo, quizás solo necesites tiempo y darte cuenta de que no todo el mundo merece la pena. Hay que ser capaz de asumir que hay personas a las que le importamos lo mismo, que el panadero de la esquina: NADA. 

Nada. Ella tenía razón. Si te pones a pensar, seguro que tú también eres gilipollas. Seguro que tú también has tenido esa sensación de dar mucho por personas, que por ti no dan nada. Y ojo, que está genial eso de "dar sin esperar nada a cambio" pero es que a cambio se puede dar mucho sin necesidad de dar nada. Ahí entran en juego los detalles, porque los detalles te hacen feliz sin tener que ser nada material: un gesto, una palabra, un abrazo...
Y no me refiero solo en el amor, me refiero a personas que nos rodean, que están en nuestra vida.
Me doy cuenta que hay personas en mi vida por las que haría cualquier cosa, de hecho ya lo hago. Y de esas personas, hay un pequeño círculo que tengo claro que por mí no harían nada. Qué jodido. Es jodido ver que dedicamos nuestro tiempo, esfuerzo y pensamientos en personas a las que básicamente les damos igual. Personas que no tienen tiempo para ti, que no tienen un mínimo detalle contigo, que les da igual si estás aquí o en Pekín y que básicamente no les importa ningún aspecto de tu vida. 
Lo que me sorprende es que seamos tan gilipollas. Que sabiendo lo preciado que es el tiempo, lo malgastemos en personas que no malgastarían por ti ni un segundo. Aun así ahí estamos, al pie del cañón sin saber muy bien la razón. Sabiendo que si esas personas te pidieran que fueras andando a coger agua del Mar Muerto y se la trajeras de vuelta, sin derramar ni una gota: tú lo harías. 

Y ahora pensándolo en frío ¿de verdad te merece la pena? ¿de verdad te merece la pena gastar tu tiempo en quien no lo gastaría en ti? ¿te merece la pena tener personas en tu cabeza o en tu corazón que no te tendrían tu nombre ni en una tarjeta de visita? ¿te merece la pena dar tanto por gente que no daría casi nada por ti? ¿te merece la pena ser detallista con personas que el último detalle que tuvieron contigo fue antes de que Jordi Hurtado naciera?

Te paras a pensarlo y te das cuenta de que es absurdo, de que hay mucha gente a tu alrededor encantada de que le dediques ese tiempo que estás perdiendo en gente que al final del día, seguramente no se acuerde de ti. Nos pasa a todos: con parejas, con familiares, con compañeros, con amigos, con conocidos... En todos los grupos, está esa persona por la que te harías los cien metros lisos a la pata coja y sujetando un huevo con la oreja, si esa persona abre la boca para pedirte algo. 
Pero tienes que acabar con eso, tienes que aprender que en la vida debe haber un equilibrio y que a veces además de dar, hay que recibir. Practica el intercambio saludable, cuida a la gente que te cuida, preocúpate por gente que se preocupa por ti. En serio, la vida a veces necesita mucho ese equilibro. 

Olvídate de mirar como si todo y que te miren como si nada. Invierte tu tiempo en esas personas que al final del día, han sonreído pensando en ti. 

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2 comentarios

  1. ¡Estefaníaaaa! :D

    Bravo, bravo y bravo!!! Yo hace tiempo que dejé de hacer cosas por esas personas que solo te quieren para un momento, para que le hagas todos los favores y a cambio no se acuerdan ni de como te llamas...

    Puedo parecer asquerosa y desagradecida, pero es que forma parte de mi personalidad... La gente que me conoce sabe que soy así. Tendrá que ver que soy escorpio? jajajaja ;)

    Besos bella, xx

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  2. Después de muchos os doy todo , os consigo todo y siempre estoy aquí para lo que necesitéis sin horas he comprendido que las personas tenemos una memoria muy, muy corta y no pueden darte porque no se acuerdan que han recibido y además eres rarita y un poco mala porque te has cansado de esperar a recibir para luego dar.
    Ánimo que para la jubilación ya habrás aprendido.Un beso amore

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